Si bien es cierto que no todo el material escolar es de uso exclusivo en escuelas, pues todos usamos gomas y lápices en la oficina y en casa, también es cierto que el material escolar no sólo se reduce a eso. Ciñéndonos al área de infantil, al lado de todo el material escolar consumible que compran los padres al inicio del curso (lápices, cuadernos y mochilas..) están también los métodos de enseñanza que compran los colegios, como si fueran libros, para explicar de manera práctica los conceptos básicos a nuestros hijos.
Por ello entre los 3 y 5 años, edad de mayor aprendizaje de una persona, los maestros se valen de múltiples materiales, unos gratuitos, como las hojas, piedras, tierra, etc y otros que no lo son, pero que están diseñados especialmente para que el niño adquiera, entre otras, las habilidades de cálculo, lectura, Psicomotricidad fina (o lo que es lo mismo habilidad con las manos), Psicomotricidad gruesa (o lo que es lo mismo sentido del equilibrio, orientación…), todas ellas habilidades fundamentales para el posterior desarrollo de nuestro hijo.
Es decir, igual que existen los libros de texto para las asignaturas de primaria y secundaria, existen otros materiales pensados y diseñados para que nuestros hijos aprendan las áreas de enseñanza de infantil, ya sean las regletas para la iniciación y aprendizaje de los números y el cálculo, los bloques lógicos para el aprendizaje de las clasificaciones y seriaciones, el material de destreza manual para el correcto desarrollo de la habilidad y fuerza de las manos, etc. Es todo este material el que se considera el libro de texto de la educación infantil, pues sin ellos, los maestros se verían limitados a enseñar todos los conceptos a nuestros hijos simplemente en un papel, cuando muchos de ellos como los olores, el tacto, la fuerza y la coordinación entre otros, son conceptos básicos que el niño ha de superar en infantil y que sobre un papel no pueden ni enseñarse, ni evaluarse. 
Dejar un comentario