Hasta ahora, por ejemplo, se consideraba que las primeras sílabas que balbucean los bebés alrededor de los siete meses de vida eran universales, “ahora sin embargo existen más estudios que muestran que esos primeros sonidos también están influenciados por la lengua del entorno”. Y cita incluso algún estudio que ha mostrado que hasta los llantos de los recién nacidos ya presentan ciertas características melódicas de su idioma materno.
En lo que sí existe cierto acuerdo es en que las primeras sílabas que saldrán de su boca están compuestas por un grupo de consonante y vocal, generalmente abiertas y bilabiales. Suelen ser fonemas duplicados, ga-ga, ba-ba, pa-pa, ma-ma, con los que el niño va ‘jugando’ y repitiendo rítmicamente antes de ir adquiriendo más complejidad. “Se ha observado que los primeros sonidos que emiten los niños en la mayoría de lenguas del mundo también son los más frecuentes en estos idiomas”, explica Montserrat Souto, de la Universidad de Santiago de Compostela. “Y eso no puede ser una mera coincidencia”.
Comprender antes de pronunciar
Lo que no está muy claro, como añade por su parte el logopeda Alfonso Igualada es si estos primeros fonemas tienen un ‘simple’ origen motor (“marcados por los movimientos innatos de abrir y cerrar la boca para succionar”) o forman parte de algo más ‘elaborado’, con intención comunicativa.“No son teorías enfrentadas necesariamente”, aclara; probablemente sea una combinación de factores en los que, eso sí está claro, el entorno juega un papel fundamental. “No podemos olvidar que dos no se comunican si uno no quiere y la interacción del entorno con el niño es fundamental”, apunta. Y a veces, es el propio entorno, bromea Igualada, el que está tan predispuesto a escuchar hablar al niño “que le damos una importancia enorme a todo lo que hacen” y creemos oír papá y mamá de su boca cuanto antes.
Por eso, recomienda, no conviene obsesionarse con si el niño habla o a qué edad lo hace (“puede existir una horquilla de cuatro o cinco meses de unos a otros”), sino observarle en su conjunto. “A lo mejor está pasando por una etapa en la que está desarrollando más sus habilidades motoras, por ejemplo”, apunta Igualada. “Además, los niños comprenden muchas palabras antes de ser capaces de producirlas”, recuerda Souto.
“Los padres deben saber que hay una secuencia, un orden en la adquisición del lenguaje (igual que gatean antes de aprender a caminar)”, recuerda desde la Universidad de Jaén el psicólogo Carlos Gómez-Ariza. “Pero dentro de esa normal general existe mucho margen de variabilidad”, tranquiliza, “y que un niño tarde un poco más que otro en producir palabras no tiene porqué representar un retraso en el habla. Tal vez está recibiendo pocos estímulos de su entorno”, apunta este especialista; “o es un niño silencioso que está asimilando el lenguaje antes de lanzarse a producirlo”, añade Souto.
Cuentos y canciones
En esa interacción durante la etapa del ‘prelenguaje’, los especialistas recomiendan hablar con los niños y hacerlo con musicalidad, subrayando la entonación de las palabras, pero sin caer también en el balbuceo. “Es bueno utilizar una entonación marcada, con palabras cortas y mensajes claros, hablando despacio, subrayando el aspecto lúdico del lenguaje”, recuerda Igualada, “pero sin patrones incorrectos, llamando ba-ba al perro hasta que el niño cumpla los 15 años”, bromea.En lugar de hablarles como si también fuesen bebés, recomienda Prieto, los adultos pueden utilizar otras herramientas como las rimas, versos, canciones y cuentos, que vayan familiarizando al bebé con el lenguaje de una manera más natural y lúdica al mismo tiempo. “Si un niño pasa 10 horas con una persona mayor, o que incluso no habla su lengua”, explica García-Ariza, “es normal que vaya un poco más lento en su desarrollo. Pero eso no significa que tenga un problema”. A juicio de Souto, llevarles a una guardería puede ser un buen estímulo en estos casos.
Los hitos del lenguaje
Siguiendo el ‘Manual de Psicología Infantil’ de Rosa Mª Rivas Torres y Eva Mª Taboada Ares, Montserrat Souto explica las etapas que, como norma general siguen los niños en su adquisición del lenguaje:- Estadio prelingüístico (0-1 año): es normal que los niños no emitan ninguna palabra.
- Holofrástico (1-2 años): emiten sus primeras palabras, son el sentido de una frase (‘agua’ puede significar ‘mamá dame agua’).
- Sintáctico (2-4 años): aunque en esta etapa hay mucha fluctuación, pueden empezar a decir frases con dos o tres palabras (‘mamá agua’). Las primeras palabras suelen ser sustantivos y verbos; y sólo después aparecerán los adjetivos, adverbios y preposiciones.
- Avanzado (4-6 años): en este momento se produce la perfección del lenguaje en todos los ámbitos: mejora la fonética, se amplía su vocabulario y aumenta la longitud de las frases. Es aquí cuando tiene lugar el aprendizaje más complejo en todas las lenguas.
Lo señalado anteriormente es muy cierto, ya que el estímulo del entorno marcara la diferencia. Gracias
Gracias Paola, cualquier cosa en la que podamos ayudarte no dudes en comentárnoslo. Saludos
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